En mis vacaciones disfruté de un clima cálido durante una semana, pues viajé al Espinal Tolima para visitar a mi abuela. Además de que disfruté de la compañía de unos familiares que nos vinieron a visitar. Estuve haciendo un trabajo de mi especialidad para la profesora Sonia. Como pasamos por épocas decembrinas, ayudé a mi papá con la organización de las novenas que se hacen en el barrio. También jugué muchas veces con mi sobrino de un año y vi muchas películas y series, salí con mis amigos muchas veces y dibujé mucho como pasatiempo.

El año anterior trajo consigo muchas cosas nuevas, tanto buenas como malas. Fue un año lleno de aventuras, como el cursar décimo año escolar, la implementación de la especialidad en mi vida, estudiar con nuevas personas y encontrar más cosas en común con mis amigos. Pero como todo buen año y como todo en la vida tuvo sus altibajos, como la muerte de un tío muy cercano, y mi bajo rendimiento académico por algunos problemas escolares, aunque aún así las buenas lo superan, me divertí y disfrute mi penúltimo año escolar. Este año estuvo lleno de propuestas y aventuras que me permitieron autoconocerme más y encontrar más amigos.
Este año tengo una lista llena de proyectos y metas ambiciosas. Quiero alcanzar un excelente puntaje en el ICFES para asegurar una beca universitaria para estudiar arquitectura, mientras mantengo un rendimiento académico destacado y conservo mis amistades cercanas. Además, estoy emocionada por las nuevas aventuras que este año me depara; por ejemplo, nunca esperé ser candidata a Contraloría Escolar. A pesar de cualquier obstáculo que pueda surgir, mi objetivo principal es disfrutar al máximo de mi último año escolar y enfrentar cada desafío con determinación y optimismo.
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